A veces, cuando hasta respirar comienza a tornarse difícil, porque nuestro aire es espeso y viciado de la negatividad de los que nos rodean, del ir y venir de las personas en sus propias vidas, el SER ARTISTA resulta UNA CRUZ Y UN ESCAPE en un mismo momento.
La definición más fría que se puede dar de un artista es: Persona que ejercita alguna bella arte, persona dotada de la
virtud y disposición necesarias para alguna de las bellas artes.
Eso es claro, pero los artistas son más que habilidad y disposición.
El artista es una persona que vive ENAMORADA
de aquello que hace y de todo cuanto le sucede, es un individuo que percibe el
mundo con todos los sentidos. El artista no ve, observa; no oye, escucha; no
huele, respira; no prueba, se deleita; no toca, siente, se une, se convierte,
forma parte de su obra.
Un buen artista no se jacta de serlo, es humilde; un buen artista comparte su
arte, y espera que quien la recibe sienta y goce la obra tanto como la ha
gozado él. Un buen artista SE ENTREGA.
Sin embargo muchas veces la labor del artista se ve sometida al destructivo
señalamiento de los miembros de la sociedad y el individuo se ve abatido con
etiquetas de ANORMAL, de SOÑADOR, de MUERTO DE HAMBRE, de DESQUEHACERADO, de
INFRUCTUOSO. Algo de eso debe cambiar, el artista pasa las horas de su vida
creando, innovando, preparándose, practicando, ensayando, memorizando letras,
guiones, escalar, acordes, componiendo, escribiendo; pasa cada momento superando la prueba y el
error, la frustración, la desesperación, la falta de inspiración, el artista
entrega su vida a hacer de la vida de otros un momento menos lúgubre, cansado, vacío. El arte es un elemento imprescindible en nuestras vidas, todo cuanto nos rodea
es arte, por doquier hay música, literatura, escultura, arquitectura, pintura,
danza, cine. Aprendamos a valorar el esfuerzo de quienes trabajan por darle
color, ritmo y forma a la vida, agradezcamos a esos que tienen la sutileza para poder tocar
y sacudir las fibras sensibles de nuestro ser y elevarnos a experiencias de
euforia, dolor, rabia, amor, que experimentaríamos quizá menos de no tener la dicha
de disfrutar de su trabajo.
Si se hacen las cosas con pasión, con amor, con entrega, si disfrutas lo que haces, igualmente eres un artista en tu campo. ¿Por qué hacer algo que no te gusta, que no te hace feliz? Apostemos a ser FELICES y NO a ser famoso, ricos, poderosos o guapos, apostemos a ser ARTISTAS.
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